Finalizó el viaje del Papa a Tierra Santa

La misa más grande del viaje del Papa fue en una ciudad árabe

(Varias agencias) A las 8.30 de la mañana del jueves, Benedicto XVI se desplazó en helicóptero a Nazaret, la ciudad de la Anunciación y de la Sagrada Familia, a unos 110 km. de Jerusalén. Una vez llegado al helipuerto de esa ciudad se trasladó en coche al Monte del Precipicio para celebrar una Misa. El llamado “Monte del Precipicio” es el lugar donde, según la tradición y de acuerdo al Evangelio de Lucas, una muchedumbre intentó arrojar a Jesús por el contenido de su prédica en la Sinagoga de Nazaret. El pasaje corresponde exactamente a Lucas 4, 29-30:
“Todos en la sinagoga se indignaron al escuchar estas palabras; se levantaron y lo empujaron fuera del pueblo, llevándolo hacia un barranco del cerro sobre el que está construido el pueblo, con intención de arrojarlo desde allí. Pero Jesús pasó por medio de ellos y siguió su camino”
Nazaret es la ciudad mayoritariamente árabe más grande dentro de Israel y la capital administrativa de Galilea. Tiene unos 70 mil habitantes, de los cuales el 17% son cristianos. Se calcula que cuarenta mil personas llegaron a la misa con el “Monte del Precipicio” como escenario.
Transcribimos partes del discurso de Benedicto XVI con tres temas que mencionó: la mujer (tema controversial en territorio árabe), la familia y la paz.
"Nazaret nos recuerda el deber de reconocer y respetar la dignidad y la misión que Dios concedió a las mujeres, al igual que sus carismas y talentos particulares. Tanto como madres de familia, como vital presencia en la fuerza de trabajo y en las instituciones de la sociedad, (…) en la llamada particular a seguir al Señor a través de los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, las mujeres tienen un papel indispensable para crear esa ecología humana que el mundo, y esta tierra, necesitan con urgencia…
“Este Monte del Precipicio nos recuerda (...) que el mensaje del Señor a veces fue fuente de contradicción y de conflicto con los que lo escuchaban. Desgraciadamente, como sabe todo el mundo, Nazaret ha experimentado en los últimos años tensiones que han perjudicado las relaciones entre la comunidad cristiana y la musulmana. Invito a las personas de buena voluntad de ambas comunidades a reparar esos daños y, en fidelidad al credo común en un único Dios, Padre de la familia humana, a trabajar para construir puentes y encontrar formas de coexistencia pacífica. Que todos rechacen el poder destructor del odio y el prejuicio que matan el alma antes que el cuerpo!"
El encuentro más significativo del viaje
(Foto: Reuters) (Zenit) Benedicto XVI y los líderes religiosos de Galilea se tomaron de la mano este jueves por la tarde pidiendo a Dios el don más precioso para Tierra Santa, la paz. El encuentro, uno de los más emotivos del viaje papal, se celebró en el auditorio del Santuario de la Anunciación de Nazaret. El Papa mencionó en su discurso:
"Nuestras diferentes tradiciones religiosas tienen en sí un potencial notable para promover una cultura de la paz, especialmente a través la enseñanza y la predicación de los valores espirituales más profundos de nuestra común humanidad. Moldeando los corazones de los jóvenes, moldeamos el futuro de la humanidad. De buen ánimo los cristianos se unen a los judíos, musulmanes, drusos y personas de otras religiones con el deseo de salvaguardar a los niños del fanatismo y de la violencia, mientras los preparamos a ser los constructores de un mundo mejor".
Al final de su discurso, Benedicto XVI recibió como regalo una escultura de madera que representaba una paloma, símbolo de la paz. La ceremonia vivió el momento más impactante cuando, al final, el Papa y los demás líderes religiosos presentes en el palco se levantaron y se tomaron de la mano, uniéndose al canto. El pontífice, mostrando un rostro radiante, tenía a su izquierda el representante druso y a la derecha un rabino.
Delicada reunión con el Primer Ministro Netanyahu
(Varias agencias). El Papa y el Primer Ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, hablaron a solas por aproximadamente quince minutos, en el convento de los franciscanos de Nazaret, tiempo en que "se analizó, especialmente, los temas del proceso de paz en Medio Oriente y los modos para hacerlo avanzar", informó el portavoz vaticano, Federico Lombardi SJ. La reunión entre el sumo Pontífice y Netanyahu se produjo horas después que Benedicto XVI apoyó la creación de un Estado palestino, punto de vista que no es aceptado por el primer ministro y líder del partido israelí “Likud”.
Se informó que el premier israelí, por su parte, pidió a Benedicto XVI que utilice su autoridad para condenar los encendidos discursos anti israelíes del líder iraní Mahmud Ahmadinejad. Ambos líderes se reunieron luego de la misa celebrada en Nazaret ante unas 40.000 personas, ceremonia en la que el Papa urgió a los residentes cristianos y musulmanes a superar recientes conflictos y rechazar "el poder destructivo del odio y el prejuicio".
Hoy viernes, despedida a manera de resumen del viaje a Tierra Santa
(Radio Vaticana) Hoy, a la una y treinta de la tarde (hora de Tel Aviv), en la ceremonia de despedida realizada en el aeropuerto Ben Gurión, ante un nutrido grupo de autoridades civiles y personalidades religiosas, el Papa se dirigió al presidente de Israel, Shimon Peres, con palabras de agradecimiento por la hospitalidad y el calor que recibió en su visita. El Pontífice dijo que, precisamente como amigo, ha sido inevitable su aflicción por la continua tensión, su tristeza por los sufrimientos y las pérdidas de vidas humanas de los pueblos judíos y palestinos en los últimos seis decenios. Por ello su fuerte llamamiento por la paz.
“¡No más derramamiento de sangre! ¡No más conflicto! ¡No más terrorismo! ¡No más guerra! Rompamos el círculo vicioso de la violencia. Que pueda establecerse una paz duradera basada en la justicia, que haya una verdadera reconciliación y curación. Que sea universalmente reconocido que el Estado de Israel tiene derecho a existir y a gozar de paz y seguridad en el interior de sus fronteras internacionalmente reconocidas. Que sea igualmente reconocido que el pueblo palestino tiene el derecho a una patria independiente, soberana, a vivir con dignidad y viajar libremente.
El Santo Padre al abrir su discurso habló de las fuertes impresiones que le ha dejado esta peregrinación a Tierra Santa, en la que pudo constatar -en sus reuniones con las autoridades civiles, tanto en Israel como en los territorios Palestinos-, los grandes esfuerzos que ambos gobiernos realizan para asegurar el bienestar de las personas. Y sin embargo, Benedicto XVI concluyó su discurso con lo que calificó la más triste de las visiones: el muro.
“Una de las visiones más tristes para mí durante mi visita a estas tierras ha sido el muro. Mientras caminaba junto él, he rezado por un futuro en el que los pueblos de la Tierra Santa puedan vivir juntos en paz y armonía sin necesidad de semejantes instrumentos de seguridad y separación, sino respetándose y confiando el uno en el otro, en la renuncia de toda forma de violencia y de agresión”. (Foto: agencia Getty Image, tomada ayer a las dos de la tarde, hora Tel Aviv)
Las tres impresiones de Benedicto XVI sobre su propio viaje
(VIS). Benedicto XVI mantuvo un breve y espontáneo encuentro con los periodistas que desde el 8 de mayo le han seguido por Jordania, Israel y los Territorios Palestinos, para reconocer que en los diferentes interlocutores que ha encontrado ha visto voluntad de paz.
Al recoger las tres "impresiones fundamentales" que se lleva de Tierra Santa, en primer lugar, reveló, se encuentra "una voluntad decidida de diálogo interreligioso, de encuentro, de colaboración entre las tres religiones", judaísmo, cristianismo e islam.
En segundo lugar, Benedicto XVI ha constatado voluntad de diálogo ecuménico, entre los cristianos de las diferentes confesiones con los que se ha reunido, ortodoxos, armenios, anglicanos, luteranos... "Se ve que este clima de Tierra Santa alienta también el ecumenismo", subrayó.
En tercer lugar, el Papa ha visto a pesar de las grandes dificultades, "un profundo deseo de paz por parte de todos".
Prensa árabe e israelí evalúan de manera opuesta el viaje que finalizó
(Extractos del artículo escrito por María Fernanda Bernasconi -desde Jersusalén- para Radio Vaticana) En el día en que Benedicto XVI se despidió de Israel, la prensa árabe amaneció sin dar gran relieve a su peregrinación, si bien todos los artículos son favorables a la visita del Papa y se detienen en la Misa masiva que celebró en Nazaret.
La agencia oficial “Wafa”, propone una entrevista al alcalde, quien dice que la visita a la ciudad natal de Jesús deja un mensaje de diálogo entre pueblos y etnias, entre civilizaciones, culturas y religiones. Y manifiesta su esperanza de que entre los frutos traiga a Tierra Santa, un mensaje de paz, justicia e igualdad; una paz –añade– basada en la igualdad y en el derecho de dos Estados soberanos, uno palestino y otro israelí”.
El periódico “Alayyam” titula “Benedicto XVI anima la convivencia pacífica islamo-cristiana en Tierra Santa y cita amplios pasajes de su alocución, sobre todo cuando anima a ser valerosos y fieles a Cristo, a permanecer en esta tierra santificada con la presencia de Jesús.
El sitio “Juthouruna” titula “El Papa anima a los cristianos palestinos a no emigrar”.
“Al Quds” titula “El Papa concluye su visita yendo al Santo Sepulcro”, mientras añade que “seguramente el Papa concluirá su viaje con llamamientos a la paz y a la convivencia a los pueblos y a las religiones y con la condena del antisemitismo desde este lugar sagrado”.
En cambio la prensa israelí traza un balance moderado y negativo de la peregrinación papal. “Haaretz”, por ejemplo, da espacio al comentario de un rabino que agradece irónicamente al Papa por haber reforzado sus convicciones sionistas. “¡Qué contraste increíble entre estas imágenes del viaje del Papa y el modo con el cual los judíos debían inclinarse ante el Papa en los siglos pasados!
“The Jerusalem Post” titula “Fin de la peregrinación”. Y en el artículo se publica una foto de Benedicto XVI y otra de Juan Pablo II. También cita al rabino David Rosen, según el cual el “análisis negativo del discurso del Papa en el memorial del holocausto viene sobre todo del hecho que este hombre no es una persona emotiva”. En otro artículo se analizan las razones por las cuales a pesar de que tantos rabinos son difidentes con respecto al Vaticano, siguen aún participando en el diálogo. Una parte de ellos, como Meir Lau, dice que “lo harían por una razón pragmática; porque quieren ayudar así a los judíos en los países de mayoría cristiana. (Foto AP. Se observa al Papa despidiéndose de un sheik beduino israelí y a un sacerdote griego ortodoxo al fondo, antes de partir de regreso a Roma)
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Agradecemos al P. Franco S.J. por compartir esta publicación.

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